TREN SUPERIOR

¿Por qué trabajar el control y la conducción?

El control y la conducción son la base del juego. Un buen primer toque permite ganar tiempo, tomar mejores decisiones y mantener la posesión bajo presión. La conducción, por su parte, conecta el pensamiento con la acción: define cómo progresas, cómo eliminas rivales y cómo generas ventajas.

Dominar estos fundamentos técnicos no solo mejora tu rendimiento individual, sino que te permite integrarte mejor en el juego colectivo. Ya seas jugador o entrenador, incorporar herramientas específicas para entrenar estas habilidades es clave para marcar la diferencia en cada acción.

Bloque 1 – Potencia de antebrazo y agarre

Un agarre sólido y antebrazos resistentes mejoran la capacidad de proteger el balón en disputas, asegurar la posesión en saques de banda y, para porteros, potenciar blocajes y despejes firmes en situaciones de alta presión.

Bloque 2 – Potencia de bíceps

Unos bíceps fuertes ayudan a estabilizar el brazo en protecciones y forcejeos, facilitando el control del espacio frente a rivales y contribuyendo a la fuerza total del tren superior en acciones defensivas y ofensivas.

Bloque 3 – Potencia de tríceps

Los tríceps aportan potencia en la extensión del brazo, lo que favorece saques de banda largos, empujes para ganar la posición y mayor estabilidad en choques o contactos físicos.

Bloque 4 – Pecho y hombros

Un tren superior fuerte y estable mejora la capacidad de disputar balones aéreos, proteger la posesión y mantener el equilibrio en entradas y giros. Un buen desarrollo de pecho y hombros también aporta más potencia en el salto y en remates de cabeza.

Bloque 5 – Espalda y dominada

Una espalda fuerte favorece la postura corporal, el equilibrio y la capacidad de resistir contactos. Además, potencia el salto vertical y la agilidad en cambios de dirección defensivos y ofensivos.

FIJAS

PORTÁTILES