El modelo de juego es mucho más que elegir un sistema de juego
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Durante el verano, tus jugadores han entrenado, han trabajado su físico y llegan preparados. Pero la pregunta es: ¿tú has trabajado en tu modelo de juego? Como entrenador no puedes permitirte perder semanas valiosas improvisando. El modelo de juego es la base de tu metodología, la guía que define cómo debe comportarse tu equipo en cada fase del partido.
En este artículo descubrirás qué es el modelo de juego, qué factores lo condicionan y por qué es clave para aumentar el rendimiento de tus jugadores .
El modelo de juego no es simplemente un sistema (4-3-3, 4-2-3-1, etc.). Es un plan estratégico global que marca:
Cómo quieres que juegue tu equipo en cada fase del juego.
Qué conductas deben repetir los jugadores de forma consciente.
Cómo planificar entrenamientos para dar coherencia a lo que luego se verá en el partido.
En otras palabras, es el mapa que conecta tu idea de fútbol con la realidad del campo .
Diseñar un modelo no es un ejercicio teórico. Está condicionado por varios factores:
Cultura del club : No es lo mismo entrenar en un club con tradición de juego combinativo que en uno acostumbrado al juego directo.
Plantilla y características individuales : Tus jugadores marcan los límites. No puedes pedir a Courtois lo mismo que a Ter Stegen en la salida de balón.
Competición y rivales : Cada liga, cada campo y cada adversario requieren ajustes.
Resultados y objetivos : Si necesitas resultados inmediatos, tu modelo deberá ser más pragmático.
El gran error de muchos entrenadores es querer imponer un estilo único sin adaptarse a la realidad que tienen delante.
Un modelo sólido debe abarcar los cinco momentos del fútbol:
Con balón (salida, progresión, finalización).
Sin balón (bloque alto, medio o bajo).
Transición ofensiva .
Transición defensiva .
Acciones a balón parado (ABP) .
Separarlos y entrenarlos de forma específica es lo que da claridad a tus jugadores y consistencia a tu equipo.
Para que un modelo de juego sea realmente efectivo, debe construirse como un plan estratégico que contemple cinco variables principales:
Sistema de juego
Define la estructura base del equipo. No solo es un dibujo inicial, sino la manera en que se conectan las líneas y se generan ventajas en el campo.
Estructuras en los diferentes momentos
El juego tiene cinco momentos (con balón, sin balón, transición ofensiva, transición defensiva y balón parado). En cada uno se deben definir comportamientos colectivos.
Principios y subprincipios
Son las reglas de actuación que guían la toma de decisiones. Ejemplo: en salida de balón, buscar al hombre libre por fuera; en presión alta, orientar siempre al rival hacia banda.
Acciones a balón parado (ABP)
No pueden dejarse al azar. Corners, faltas y saques laterales deben estar integrados en el modelo con mecanismos claros.
Fundamentos individuales por posición
Cada jugador necesita tener claras las conductas esperadas según su rol: cómo centrar un lateral, cómo perfilarse un mediocentro, cómo temporizar un defensa en transición.
El Arsenal de la temporada pasada es un buen ejemplo. En salida de balón se estructuraba con un 2-3 , con Jorginho como pivote fijo y Rice con más altura. Todo estaba definido:
Principios claros en la salida.
Comportamientos repetidos en bloque medio.
Mecanismos trabajados en el último tercio.
Esto demuestra que el modelo no es improvisación: es claridad táctica transformada en hábitos de juego .
Aquí está la clave. Un modelo de juego no gana partidos por estar escrito en un documento . La verdadera diferencia aparece cuando se convierte en hábito de los jugadores a través de la metodología de entrenamiento .
La metodología es el puente entre el modelo idealizado y el comportamiento real del equipo en competición. Un modelo brillante en teoría, pero sin metodología detrás, está condenado al fracaso.
El modelo de juego es el corazón del plan estratégico en fútbol . No es un documento estático, sino una guía dinámica que debe adaptarse al club, a los jugadores y a la competición. Al integrarlo con una metodología adecuada y sesiones de entrenamiento específicas, se convierte en una auténtica brújula que orienta al equipo hacia un rendimiento superior .