Del análisis del juego al entrenamiento | Diseña tareas que marcan la diferencia
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Tiempo de lectura 3 min
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Tabla de contenidos
En el fútbol actual, observar el juego no es suficiente. Analizar tampoco.
La diferencia real entre un entrenador que evoluciona y uno que se estanca está en algo mucho más profundo:
La capacidad de convertir las ideas del partido en tareas de entrenamiento que enseñen exactamente lo que tu equipo necesita.
No se trata de copiar ejercicios.
No se trata de repetir actividades sin intención.
Se trata de diseñar contextos de aprendizaje, donde los jugadores entrenen comportamientos reales del juego, con las exigencias adecuadas y la progresión correcta.
Este artículo desglosa paso a paso cómo pasar del análisis del juego a la creación de tareas adaptadas a tu contexto, con rigor metodológico y visión de entrenador.
Una tarea no es un ejercicio suelto.
No es un “3v2 porque sí”.
No es una actividad bonita para Instagram.
Una tarea es la unidad mínima de aprendizaje, un espacio controlado donde el jugador puede entrenar un comportamiento real del juego con una exigencia ajustada a su nivel.
Según el vídeo y las bases metodológicas:
Es una situación simuladora de la competición.
Puede aumentar o reducir la exigencia respecto al partido.
Su calidad depende de que el entrenador sepa qué concepto quiere trabajar y cómo conectar ese concepto con el juego real.
Antes de pensar en espacios, comodines o normas, debes responder a una sola pregunta:
Ejemplos:
Identificar al hombre libre en salida.
Orientar la presión en bloque medio.
Mejorar la temporización defensiva.
Sincronizar desmarques de ruptura.
Dominar la transición ofensiva tras recuperación.
Sin un objetivo claro, la tarea no enseña nada.
El vídeo lo explica de forma impecable: no basta con elegir un tema.
Hay que contextualizarlo:
Con balón
Sin balón
Transiciones
ABP
Salida de balón
Progresión
Finalización
Presión alta
Bloque medio
Bloque bajo
Zona Sálida de balón
Zona Progresión
Zona Finalización
Central
Interior
Exterior
Cada concepto se comporta de manera distinta según zona, carril y altura.
Si no defines el contexto, tu tarea no será lo que tu equipo necesita.
Aquí está uno de los puntos clave del vídeo: no todos los conceptos pueden entrenarse con la misma exigencia.
Los tres niveles determinan la progresión:
Introducir un concepto nuevo.
Superioridades claras.
Espacio amplio.
Poca presión.
Ayudas visuales.
Objetivo → comprender.
2️⃣ Mejorar
Rival real.
Situaciones cambiantes.
Diferentes sistemas defensivos.
Objetivo → automatizar.
3️⃣ Dominar
Exigencia máxima.
Alta velocidad.
Equilibrio o inferioridad numérica.
Contexto global.
Objetivo → transferir a la competición.
Pocos jugadores → alta repetición → foco total en el concepto.
Ejemplo: 2v1, 3v2, fijación + pase.
Más jugadores → más decisiones → más caos controlado.
Ejemplo: rondo que deriva en transición, juego con condicionantes.
Contexto global → 11v11 o situaciones grandes.
Ejemplo: tareas con bloques, sistemas reales, fases completas.
Los tres niveles deben convivir en una semana de entrenamiento bien diseñada.
Diseñar tareas no es copiar ejercicios ni rellenar una sesión: es transformar lo que ves en el partido en contextos de aprendizaje que realmente mejoren el rendimiento de tus jugadores.
Cuando defines un objetivo claro, contextualizas la situación, eliges el nivel de aprendizaje adecuado y ajustas con precisión las variables de la tarea, dejas de entrenar “por entrenar” y empiezas a construir comportamientos que aparecen el fin de semana.
Hasta aquí has visto una parte esencial del proceso, pero el vídeo desarrolla cada punto con más detalle, ejemplos visuales y explicaciones prácticas que no aparecen en este resumen.
Si quieres ver toda la información completa, entender cada decisión metodológica y acceder a todas las variantes que pueden marcar la diferencia en tus entrenamientos, te dejo el vídeo a continuación para que lo puedas ver.
📹 Aquí tienes el vídeo completo.